La energía solar se clasifica
fundamentalmente en dos tipos, según su forma de transformarla: O bien en
energía eléctrica, conocida como energía solar fotovoltaica. O bien en energía
térmica, es decir calor. Esta segunda es de la que hablaremos en esta entrada.
La energía solar térmica consiste
en transformar la energía de la radiación solar en energía térmica calentando
un fluido. Tenemos tres tipos principales: De baja temperatura, de media
temperatura y de alta temperatura.
La energía solar de baja temperatura
(T<100ºC) suele usarse para calentar un fluido a una temperatura no
demasiado alta y aprovechar este calor para la calefacción o para el agua
caliente sanitaria. La tecnología es sencilla y económica. Se usan captadores
solares planos, compuestos por tubos donde fluye agua caliente. Esta agua se
acumula en acumuladores para el aprovechamiento en edificios.
![]() |
Captadores solares. Fuente: Pixabay.com. Libre de derechos. |
Energía solar de media (100ºC<T<300ºC)
y alta temperatura (T>300ºC): Se usa para calentar agua hasta transformarla
en vapor y usarlo para mover unas turbinas y un alternador que generará energía
eléctrica. Existen muchos tipos de tecnologías para el aprovechamiento de este
recurso. En las centrales termosolares de alta temperatura se usan
concentradores ópticos para concentrar los rayos solares y conseguir
temperaturas elevadas. Tenemos las centrales de cilindro parabólico, las de
torre, los cilindros parabólicos, etc. Estas tecnologías son caras y aún están
en desarrollo.
![]() |
Central solar de torre SOLUCAR PS10. Fuente: Wikipedia. Autor Afloresm. Licencia creative commons. |
Comentarios
Publicar un comentario